EDUCACIÓN SEXUAL EN PRIMERA INFANCIA

 


La sexualidad hace parte de los seres humanos desde la concepción hasta la muerte y en su construcción se conjugan diferentes aspectos, entre ellos: los biológicos, psicológicos y socio culturales que se traducen en la manera personal de relacionarse consigo mismo y con los demás.

La sexualidad es un proceso individual, que va madurando poco a poco y que va cambiando según la relación con los demás donde se aprende e interiorizan pautas de relación y formas de actuar.

Es necesario entender el desarrollo de la sexualidad de los niños y niñas menores de seis años con el fin de reconocer sus manifestaciones sexuales, sus propias necesidades y como ayudarles a entender los cambios propios de su desarrollo evolutivo.

Desde el útero materno los bebés tienen la posibilidad de experimentar sensaciones placenteras a través de su propio cuerpo. Al nacer, la boca se convierte en puente de comunicación para el alimento, la vinculación y el placer. Más adelante, el centro de atención gira en torno al control de esfínteres y hay aumento en el interés por la zona genital y anal. Con su desarrollo llega el interés por su propio cuerpo y el de los demás y con ello la exploración sexual, la cual es natural, sana y surge como parte del proceso de aprender.

Los niños entre 2 y 3 años normalmente tienen inquietudes sobre sus partes íntimas y se interesan en saber las sensaciones asociadas a la estimulación, es muy importante en esta etapa nombrar lar partes adecuadamente para así evitar confusión.

Hacia los 3 años la mayoría ya han controlado esfínteres e identifican sus partes íntimas, en esta etapa inician preguntas como: ¿Por qué las niñas tienen vagina? ¿Por qué no tienen pene? entre otras relacionadas a las diferencias entre hombre y mujer. En esta etapa es importante enseñar los cuidados e higiene apropiada de las partes íntimas.

De los 4 años en adelante pueden aparecer preguntas como: ¿de dónde vienen los niños? ¿Cómo nací?, también se pueden presentar juegos como pedirle al amigo que muestre su parte intima o a darse besos en la boca. En esta etapa es importante escuchar sus propias ideas y aclarar las dudas de manera clara, precisa y natural. Por lo general los niños y niñas ya reconocen sus partes íntimas, es importante guiar frente el manejo de la intimidad, dejarles claro que las partes íntimas nadie las puede tocar o enseñar. Es una etapa donde debemos reforzar en su autocuidado, su autoestima, la seguridad e independencia.

Psi. Angelica M. Pérez Pérez
Departamento de Psicología

Ref. Cartilla sobre prevención y detección de la violencia sexual en la primera infancia 2da edición